~ Welcome to new home ~

Una vez que llegaron frente al edificio aparcó el auto y se bajo para luego abrirle la puerta al cónejito. Una vez este bajo de automovil tomo la maleta que estaba en los asientos traseros del auto y cerro con seguro el mismo, activando la alarma. Tomo la manita del otro y entrelazo sus dedos, entrando al edificio y luego dirijiendose a los ascensores, tocando el botón para llamar al aparato, una vez llego jalo con suavidad al otro hacia dentro, presionando el botón del ultimo piso. Cuando llego, se dirijio a la entrada de su apartamento, abrió la puerta y se corrío a un lado, dejándole acceso libre al conejito que venia detrás de él.

Era una apartamento siemple pero bastante grande, estaba la cocina separada por una pared con una gran ventana, luego estaba la sala, los sillones eran de terciopelo negro, una mesa de centro decorada con distintos potecitos con bolitas transparentes y de colores que mantenían vivo a un palito de bambú (?), frente a los sillones estaba el televisor plasma, equipo de sonido con karaoke y varios videojuegos tirados por el suelo junto a la consola de Xbox. El suelo estaba decorado por una alfombra de color blanco con bordes negros y en una esquina estaban varios bajos. En luego de eso seguía un gran pasillo que llevaba a las habitaciones y baños. El apartamento estaba decorado de una manera un tanto moderna, la ventana estaba localizada en la pared exterior del lugar, esta abarcaba toda la pared y afuera, entre las cortinas, se podía ver una pequeña jaula.

-Entra, sientete como en casa- sonrió al verle y espero que entrara al condominio. -Quitate los zapatos, Shou-chan- sonrió, tratando de animar al otro. -Debes estar sintiendote fuera de lugar aquí, cierto?-

Observo divertido la curiosidad de menor, mirando con detalle cada acción que hacia el pequeño conejo. -Lo supuse y bueno... No tengo sentido de la decoración asíque es como un alago para mi que digas que te gusta el lugar- sonrió con cariño y se acerco a la gran ventana, junto al otro -Si, te hable de ellos cuando nos conocimos. Ellos son Oscar y Keiji- señalo a cada uno y luego tomo el agarradero de la ventana, deslizando la misma para que se abriera.

-Ven- salio y abrió la jaula, para luego que en unos pocos minutos ambos animalitos estuvieran en su mano y empezaran a escalar su brazo para llegar al hombro de su dueño. -Estas son mis mascotas Shou-chan, Oscár, el gris y Keiji, el rubio. No te harán nada- aseguro y tomo a Keiji, estirandoselo a el conejo -solo estira tu dedo o como prefieras, él hará el resto-

Dejo escapar una leve carcajada y asientió, acariciandole loc castaños cabellos al conejito frente a él -Algún día querrán irse a ver otros lugares y ser libres pero mientras tanto espero que no escapen- dejo un beso en la frente del otro y tomo su mano, jalandole levemente para que entraran junto con los periquitos y cerro la puerta corrediza de la ventana.

-ven, quiero que conoscas tu habitación- tomo la mano del menor y camino en dirección hacia el pasillo, llegando hasta otra puerta de color negro. -Bien, este seria tu habitación, el mio es el de enfrente- señalo la puerta que estaba enfrente -cualquier cosa que necesites, ya sabes que estoy allí- sonrió y abri la puerta, adentrandose a la habitación -espero te agrade y te sientas cómodo, si necesitas que le agregue algún detalle al lugar me dices- sonrió y luego se posicionó detras del otro, empujandole con suavidad -ese de allá es tu baño privado- señalo la única puerta existente en el lugar que consistía en un cama tamaño matrimonial, un gran armario incrustado en la pared, un espejo de cuerpo entero en una pared y mesitas de noche estratedicamente puestas a los lados de la cama.

Mhn?... No es una molestia para mi, lo hago por que me nace hacerlo... Complacerte y eso. Y no, no eres mi mascota, ya tengo dos - señalo a ambas aves - eres un génesis, entendido? Eres MI génesis- recalco mirando al conejo, llevo su mano al cabello del otro acariciandolo suavemente - bien, si no quieres dormir aquí hay otra opción... - se acerco a la cama y se sentó en esta, para luego recostarse en la misma con cuidado de no aplastar a Oscar.

Puedes dormir conmigo en mi cama - le miro desde su posición y le sonrió, para luego regresar su mirada al techo de la habitación - quería mostrate esta habitación como primera opción por que pensé que te agradaría tener tus propias cosas y te sentirías un tanto incómodo al estar duermiendo conmigo si apenas y nos conocimos - volvió a verle y se sentó de regreso en el borde de la cama, para luego observar hacia atrás y ver como Oscar jalaba -o trataba de jalar- los pliegues del cubrecama - asíque... Puedes escoger, tu decisión no me molestara

Mmm... Esta bien, dormiremos juntos - sonrió y observo las accioner del menor, para luego, al ver que se había transformado en la bolita blanca, empezó a acariciarle el blanco pelaje con calma - eres el conejito mas mono que he visto en muchos años - se quito la bandita que tapaba su rostro y lo tomo entre sus manos con delicadeza para luego juntar su nariz con la del conejito en un 'beso esquímal'.

Venga, llevemos tu maleta a mi habitación para acomodar tus cosas y ver lo que tienes - lo acuno en sus brasos y camino hacia la sala, para buscar la maleta que yacía abandonada a un lado de la puerta de la entrada, tomo la maleta con una mano y con su brazo aseguro al conejito que mantenía aun en su brazo, caminando de regreso sobre sus pasos esta vez en dirección a su habitación.

Unas vez llegaron a la entrada del lugar el rubio dejo al animalito en el suelo y abrió la puerta, abriendola toda y dejando ver el interior de la habitación, era casi similar a la anterior solo que sin el espejo y con una gran ventana casi igual a la de la sala que justo llevaba al mismo balcón. - Se que esta un poco desastroza pero la limpiare... Como sea, bienvenido a tu nueva habitación - miro al conejito esperando que este entrará.

Sonrió al escuchar las palabras del menor -me alegra que te guste mi habitación... Bueno, ahora es nuestra habitación- recalco, sonriendo ante la acción del otro, le tomo de la cintura y lo acerco un poco mas a si, besandole los labios con suavidad.

-No lo sé, me la pongo desde que era un adolescentes, era tímido y me la puse por eso, me daba seguridad aunque mi mejor amigo se burlaba de mi diciendo que yo era una iguana o algo por el estilo- bufó e hizo un gracioso puchérito, para luego reír -pero no le hice caso, pato envidioso- sonrió, se encogió de hombros y camino hacia un sillón que se encontraba dentro de la habitación jalando con suavidad la mano del otro llevándole consigo.

Dejo la maleta en la cama y se sentó en el ya antes mencionado sillón, sentando al menor en su regazo y pasando uno de sus brazos por la estrecha cinturita del conejo. -Pero luego quedo como una moda para mi, una manera de diferenciarme a los demás, ya sabes... Como sea, acomodaras tu ropa ahora? Claro, si quieres, no te estoy obligando a hacerlo ni nada- le miro y sonrió -quiero ver si tenemos que salir a comprarte ropa nueva, aunque lo mas probable es que lo hagamos aunque no quieras o no lo necesites y luego comeremos algo en algún lugar- asintió y se volvió a poner la banditá, mirándole.

Ante lo dicho por el otro se limito a sonreír –En ese caso dejare de usarla mientras este contigo, aquí en casa- acaricio la mejilla del otro y luego la beso, aun con esa sonrisa adornando su rostro.

-Bien, bien- rio ante las acciones del otro, para luego mirarle aun sentado en el sillón y el menor frente a él, de pie. –Entonces duchémonos, vistámonos y salgamos a una tarde bastante ajetreada- comento y se levanto, caminando hasta uno de los muebles que se encontraban en su habitación, de allí saco dos toallas grandes y dos pequeñas, entregándole una de cada una al conejito. –Dúchate tu primero, ese es el cuarto de baño, puedes usar lo que quieras allí adentro, no piense que me molestare por algo- señalo la única puerta dentro de la habitación –Yo iré al baño de la otra habitación.- tomo su cambio y emprendió camino al otro baño.